Desde el Jueves 20 de Octubre hasta el 1 de Noviembre.
En estos trece días del calendario Maya estaremos experimentando la energía del sello SOL.
Inconscientemente o de manera conciente lo haremos. La invitación esta vez consiste en tratar de ser conscientes de que manera nos toca en lo personal a cada uno este tipo de energía.
Muchas personas, escuchamos actualmente, tienen “baja auto estima”. Se estiman de manera baja, una cosa así. ¿No será que en realidad no estamos conectándonos con lo que realmente nuestra Alma necesita o ES, entonces al dejar de ser nosotros mismos, somos otros, o actuamos de “otros” al que no estimamos?
¿O no será que no estimamos mostrarnos como lo estamos haciendo cuando realmente en nuestro interior sabemos que somos mucho más que eso?
En estos días se nos invita a conectarnos con lo que desde el Alma sentimos que nos va a iluminar, a ser más conscientes, a conectarnos con esas cosas que nos hacen ser más nosotros mismos y no lo que otros quieren que seamos. Vinimos para SER y ese, nuestro SER es el que tenemos que auto valorar.
El trabajo consiste en buscar todo aquello que intuyamos de alguna manera que “nos ilumina”, buscar la iluminación, y la autovaloración.
Elevar la mente de la humanidad con el simple hecho de representar la luz. Saber que es la presencia “Yo soy, de tu Dios mismo que está en tu interior. Vivenciar la unión mística con la fuente, aceptándonos con nuestra parte divina y por lo tanto, reconociendo lo divino también en los demás.
Este sello trae al mundo el poder sanador del amor incondicional, del aceptarse y quererse tal cual uno es, con la luz y la sombra, así. Amando a toda la creación como hace la caricia del sol, que está para todos, dando su amor y calor de manera gratuita. Aprendamos a mantenernos conectados con esta idea, con este sentir, a identificarnos con esta energía, con este poder.
A veces puede pasarnos que nos sintamos desconectados de la fuente y nos sobrevaloremos cayendo en la soberbia intelectual, o que nos descalifiquemos descalificando a los otros también pero sabiéndonos parte de Dios y conectados con el propio brillo irradiamos parte de esa iluminación que necesita el mundo, solo siendo sin expectativas ni juicios. No nos tiremos a menos, si trabajamos en conectarnos podemos confiar en nuestro Ser.