Año De La Tormenta Azul Resonante
El 26 De Julio de 2012 Comienza un nuevo año maya, gracias a Dios, un nuevo año de grandes transformaciones.
Mucho ya se ha dicho del 2012 que ya se ha aclarado en artículos anteriores.
No hay que tener miedo. No es el fin del mundo. Sin embargo estamos viendo como las estructuras más rígidas se caen. Todo va cambiando y se siente cierta incertidumbre, o no se sabe bien hacia donde vamos.
El año de la tormenta es un año de autogeneración, y por ser un sello azul, de grandes transformaciones, o el más cambiante. Hay tormentas que no pueden detenerse, es como querer contener la lluvia y los truenos entre nuestras manos, sería inútil.
Hay tormentas que dan miedo, si. Y parece, mientras se gestan, que van a romper todo, pero después de ella todo renace, todo se limpia, todo se ve más verde y colorido y SIEMPRE viene la calma. Saldrá el Arco Iris que nos posibilitará ver todo el ESPECTRO de la situación.
La energía de la tormenta es una energía muy fuerte. Con ella sentimos la necesidad de cambio, la tormenta puede dar vuelta las cosas en un instante, sin miedo, con intrepidez, teniendo como objetivo, tanto en la cabeza como en el corazón que estamos en un camino de evolución, y que toda situación que enfrentamos la hemos atraído para crecer.
Si tenías algún cambio para hacer que venías postergando este será un año lleno de oportunidades para animarse a hacerlo.
La tormenta es rápida, cambia todo lo que ve a su paso, limpiando las emociones, sacando la tierra, la sombra. La tormenta limpia.
Nos hace entrar en lo desconocido y nos permite emerger renacidos en un estado distinto, renovados, para dar comienzo a un nuevo ciclo.
La tormenta trae la lluvia necesaria para el crecimiento de las plantas, pero a veces una tormenta puede destruir una cosecha, hay que tener cuidado con la propia energía, poder encontrar un equilibrio, y no llevarse a todo por delante, en el afán de transformar.
El hecho de ser Tormenta Resonante nos dará ese equilibrio, ese poder de organización para realizar los cambios que creamos necesarios concretar.
También nos ayudará el propósito del año que es la energía del caminante, trayéndonos el equilibrio entre nuestro tiempo interno y el tiempo externo para actuar.
El miedo nos aleja de los posibles cambios que puedan favorecernos.
Dejemos ese viejo patrón atrás para recibir y entregarnos al nuevo año.
¡Feliz año nuevo para todos!