Sabes algo sobre las pesadillas, ¿las tienes de vez en cuando?
Hay diferentes tipos de pesadillas.
1- Las que contienen emociones ingratas, suelen ser las pesadillas típicas. Por lo que se siente: ansiedad, miedo, confusión, tristeza, pánico, abandono, vergüenza.
2- Las llamadas de “Terror Nocturno”, que no se producen por el contenido en si del sueño como en el caso anterior, por el sueño en si, sino por un estado psicofísico derivado del estrés emocional, tipo ataque de pánico. Es conveniente tratarlo para que se pueda comprender el fenómeno psico-neurológico que da origen a su terror y poder “inocular”.
3- Los sueños Post- Traumáticos: Forman parte de los sueños de elaboración. Suelen darse luego de algún hecho de violencia, o algún accidente o directamente durante algún proceso de duelo.
¿Para qué sirven las Pesadillas?
- Avisan de que algo hay que revisar de la salud física o psíquica, y ver que nos damos de comer psicológicamente…
- Expresar e ir elaborando algún tipo de temor.
- Metabolizar información traumática.
- Expresión de un rasgo de personalidad que aún no resolvemos. (Por Ej. Agresión, celos, envidia, resentimiento.)
- Manifestación de algún trastorno orgánico. (Sueño de registro fisiológico).
- Para avisarnos de alguna cuestión que se manifiesta en sueños prospectivos de algo captado subliminalmente. (Muchas veces confundimos estos sueños con los premonitorios y no son lo mismo.)
- En menor medida, pueden avisarnos de alguna cuestión captada de manera extra sensorial. En este caso corresponde a los sueños premonitorios, clarividentes o telepáticos.
Las Pesadillas suelen ser repetitivas, ya que el inconsciente insiste para que uno le preste atención.
En caso de los miedos es conveniente tratarlos en psicoterapias como a los fóbicos, ya que estas cuestiones pueden superarse, tratando poco a poco de familiarizarse con lo que lo provoca.
Se pueden tener sueños reparatorios dirigidos para ensayar nuevos desenlaces.
Las pesadillas infantiles, son las más frecuentes, se observan entre los 3 y 6 años y suelen basarse en arquetipos del inconsciente colectivo.
A su vez pueden provocarse por cambios corporales marcados. Estas son más frecuentes en la adolescencia también por sentimientos de inadecuación social.
Algunas pesadillas no son propias sino que son temáticas del entorno.
No hay que temerle a las pesadillas. Aunque no nos agraden, aparecen para ayudarnos.
Se recomienda también, como decimos siempre, anotarlas porque al poner todo su contenido en palabras, uno “las saca del cuerpo”, digamos, y ya se comienza a sentir un poco de alivio. Nos ayuda, a su vez, a prevenir enfermarnos.
Al escribirlas, esa escritura funciona como “un otro”, y puede ayudarnos a darnos cuenta de que es lo que nos está pasando.
Los espero en mis cursos-talleres para compartir los sueños y aprender a interpretarlos.
“Cualquier mensaje que nos envíe el inconsciente hacia nuestra conciencia de la vigilia, es para nuestro bien…
Las pesadillas son mensajes del inconsciente que te dice: “Hay aspectos de tu persona real que no te atreves a vivir y que ves como angustiosas monstruosidades. Aprovecho que estás dormido para inquietarte, despertar tu curiosidad, llamarte, rogarte, perseguirte para que por fin entres en mi reino, que es el de tu verdadera y maravillosa esencia. Cesa de temer, hazme frente. Pregúntame: ¿qué me quieres decir? (lo que significa: ¿qué me quiero decir?)”
Alejandro Jodorowsky