Meditación para el “día verde”. 25 de Julio de 2011
Algunos hermanos viajaran a sitios de belleza y poder para conectarse con los elementos. Otros se reunirán en parques, playas u otros lugares de la ciudad o en eventos dedicados al tema de este día, como conciertos por la paz, seminarios, servicios religiosos o celebraciones. También habrá los que honren el día en su propio espacio. Cualquier cosa que hagas, dedícale tu intención a la expansión del amor y la elevación de la conciencia en el planeta.
Si nos lo permites, te sugerimos: Que te reúnas en grupos mínimo de cuatro hermanos, frente a frente, formando un cuadrado, para entrar en contacto con los Elementos de la naturaleza, Fuego, Aire, Agua y Tierra.
Relájense y entren en contacto con su ser interno, fijen su atención en el centro del pecho. Invoquen a los Señores de los Elementos, a los Ángeles de los Elementos, a los Seres de Luz que trabajan con los elementos. cada uno de los cuatro canalizara uno de los elementos.
Cuando sientan que se ha establecido el contacto acérquense con los brazos en alto y las palmas frente a frente dos a dos formando un tubo o cuadrado por el cual la energía cósmica dorada descienda hasta el centro de la tierra, llenado todos los espacios, disipando todas la sombras y armonizando todos los elementos, cuando se haya alcanzado este objetivo, nuestra madre tierra enviara hacia nosotros todo su amor y armonía, equilibrando los elementos en cada uno de nosotros, esta energía subirá por las plantas de nuestros pies, subiendo hasta nuestro corazón donde se unirá con la energía cósmica dorada, produciendo una gran explosión de Luz que se irradiara por todo el planeta.
Luego guía esta energía hacia los lugares que consideres necesario, recuerda que uno de los elementos actúa a través de ti, úsalo para calmar y armonizar la naturaleza, usa la Luz que irradias para ayudar, a confortar y armonizar a nuestros hermanos que aun no despiertan. Experimenta tu conexión con el todo y mientras lo haces siente las ondas que estas enviando para elevar todo.
Recuerda, deja que tu corazón te guíe.