Esta energía nos invita a que nos animemos a transitar caminos nuevos, a buscar nuevos límites, y establecer nuevos equilibrios. A mirar más allá de lo que consideramos real, y explorar nuevas alternativas.
El caminante nos invita a conectarnos con nuestra fuente interior y con el estar conectado con nosotros mismos, a la vez de con los demás, y con el universo a la vez, con el cielo y con la tierra y tomar registro de las cosas para manifestarlas y vivir el juego de la danza en espiral de la propia evolución.
Nos invita a estar ni muy adentro ni muy afuera sino a buscar el equilibrio entre estos dos mundos.
Por excelencia el caminante es un viajero, sabe recorrer y explorar tanto el mundo interno como externo, y busca equilibrarlos.
Es necesario que aprendamos a equilibrar lo interno con lo externo, nuestro tiempo con el de los otros, lo sutil y lo concreto, para poder concretar nuestro crecimiento. Para los mayas esta energía represente al maíz verde, que contiene en si mismo todas las posibilidades y a la vez, si no madura contiene en si todas las posibilidades desperdiciadas.
A veces nos podemos sentir que estamos demasiado para adentro o demasiado afuera, entonces eternamente tendrás que equilibrarte en estar en el mundo interno pero también conectado con el mundo externo.
Es tiempo de ver cuáles son nuestros límites y posibilidades y de ver cuáles son las barreras que ponemos para no levantar vuelo y cuales son las herramientas que tenemos para cumplir nuestros sueños.
El caminante tiene el coraje para asumir riesgos, estando atento a las oportunidades y aperturas.
Esto produce un cambio en la manera de relacionarte y ver el mundo. Cambian los viejos puntos de referencia y a medida que se crece se sienten los bordes flojos y desconocidos. Estos bordes, son los que contienen la magia más grande y al explorarlos desarrollas la comprensión y la compasión hacia los demás, que con nosotros, están usando esta tierra para su crecimiento y evolución.
Predisponernos a viajar hacia lo desconocido, a ese lugar misterioso de uno, a ese punto de referencia, crea un salto cuántico (primero se produce el cambio, luego se registra), y se recibe el mensaje espiritual, embarcándote en la búsqueda del equilibrio.
Equilibrio entre nuestras necesidades y nuestro diario andar, llenándonos de luz conectándonos con el momento presente y compartiendo tu servicio.
Son muchos los que anhelan y necesitan ser tocados por los que han gozado de la luz.