Desde el 20 de Julio y durante trece días.
Según el calendario maya, se inicia la onda encantada del caminante del cielo y es muy importante porque coincidirá con el propósito del nuevo año maya, que se iniciará el 25 de Julio.
Cuando se inicia un nuevo año, la onda encantada que se cursa nos va a mostrar cual será el propósito de ese año, la energía o misión para ese ciclo.
Esta energía nos invita a que nos animemos a transitar caminos nuevos, a buscar nuevos límites, y establecer nuevos equilibrios. A mirar más allá de lo que consideramos real, y explorar nuevas alternativas. Nos invita a conectarnos con tu fuente interior. Estar a la vez conectado con uno mismo y con los demás, y con el universo a la vez, con el cielo y con la tierra y tomar registro de las cosas para manifestarlas y vivir el juego de la danza en espiral de la propia evolución.
Esta energía, vivida en su sombra nos indica enfrentar los miedos para poder equilibrarnos.
Es necesario que aprendamos a equilibrar lo interno con lo externo, el tiempo interno con el de los otros, lo sutil y lo concreto, para poder concretar nuestro crecimiento. Para los mayas esta energía representa al maíz verde, que contiene en si mismo todas las posibilidades y a la vez, si no madura contiene en si todas las posibilidades desperdiciadas.
Es tiempo de ver cuales son nuestros límites y posibilidades y de ver cuales son las barreras que nos ponemos para no levantar vuelo y cuales son las herramientas que tenemos para cumplir nuestros sueños.
El caminante tiene el coraje para asumir riesgos, estando atento a las oportunidades y aperturas.
Esto produce un cambio en la manera de relacionarnos y ver el mundo. Cambian los viejos puntos de referencia y a medida que se crece se sienten los bordes flojos y desconocidos. Estos bordes, son los que contienen la magia más grande y al explorarlos desarrollamos la comprensión y la compasión hacia los demás, que como nosotros, están usando esta tierra para su crecimiento y evolución.
Predispongámonos a viajar hacia lo desconocido, a ese lugar misterioso de uno mismo, a ese punto de referencia, crea un salto cuántico y se recibe el mensaje espiritual, embarcándonos en la búsqueda del equilibrio.
Equilibrio entre tus necesidades y tu diario andar, llenándote de luz conectándote con el momento presente y compartiendo tu servicio.
Son muchos los que anhelan y necesitan ser tocados por los que han gozado de la luz.