Estamos viviendo tiempos complejos, algunos lo ven como complicados. Otros hablan de un gran cambio o de una oportunidad para transformarnos. ¿Cómo los ves vos?
La cuestión es que si no me alineo o no estoy centrada, lo vivo como caótico.
Alguna vez escuche que del caos también puede surgir la creatividad, pero no es de esto que hoy quiero escribir.
Quiero escribirles hoy acerca de lo que me pasa cuando no veo con la visión de un águila. Cuando estoy contenta, veo todo positivo, veo el bien en todas las personas e intenciones. Cuando estamos tristes a veces vemos todo negro, vemos lo que falta, o lo que no nos gusta.
Y nos quejamos. Esta polaridad, como Uds. Ya saben, nos pone en un lugar de mucha subjetividad y vulnerabilidad. No se sí existe la realidad objetiva, pero con la actitud anterior nos polarizamos con el riesgo de idealizar o de negativizar todo. Ninguna de las dos cosas es real.
Forman parte de nuestras ilusiones.
En este sentido, esta bueno, quizá, desilusionarse.
La visión del Águila, del sello Águila, en el calendario maya, energía que estamos transitando en estos días, nos aporta la PERSPECTIVA.
¿De qué se trata?
La visión del Águila puede ver los pro y los contra de cada situación, y esto nos hace ser un poco más realistas, colocándonos en un lugar de poder VER.
Cuando nuestra Águila interna esta parada en una rama, sólo vemos nuestro árbol.
Si remontamos vuelo, veremos todo el bosque, esos pro y esos contra, todo el panorama, la perspectiva más amplia y desde otro nivel. Y desde allí todo se ve, no sólo mejor sino también con un sentido más integrado. Y sobre todo, como decía antes, más real. Podemos comprendernos mejor y comprender más a los demás.
Así, cuando puedo ver así, utilizando esta energía del Águila, siento que crezco, y que ya estoy lista para dar el siguiente paso.