Mono
La energía del mono es la energía que nos permite transformarnos desde el juego, desde generar nuestra propia magia, nuestra propia ilusión, nuestro propio juego. Nos conecta con nuestro niño interno, y por eso nos permite deshacernos de estructuras rígidas, para poder investigar en nosotros. Investigar que es lo que ha herido a ese niño para dejar de echarle culpas al pasado o a los padres de lo que nos pasa, y poder seguir creciendo disfrutando de este nuevo juego. el mono es curioso, gracioso, chistoso, juguetón, se permite sorprenderse y sorprender. Todo esto para permitirse atravesar las capas que nos vamos poniendo para conectarnos con nuestro verdadero anhelo del alma. Con nuestro deseo o sueño más profundo y así poder transformarnos.
El mono es alegría, risa, diversión, se anima a jugar, nos permite tomarnos la vida con más liviandad, entendiendo que toda nuestra realidad no es más que un juego que hemos elegido para continuar nuestro camino de evolución. Como si estuviéramos jugando a una obra de teatro y cada uno representamos diferentes papeles en distintos momentos para experimentar y aprender.
Y como es un juego, hay que animarse a jugarlo a fondo, pero siempre siendo concientes de lo que venimos a aprender y que lo único que hacemos en jugar, que todo es ilusión y que todo está allí porque con nuestra magia lo hemos convocada para crecer.
Teniendo eso presente podemos relajarnos y disfrutar, podemos aceptarnos y aceptar las situaciones que atravesamos, porque son parte de nuestro crecimiento. Podremos mirar las cosas a través de nuestros ojos de niño, sentir con nuestro corazón de niños, y así sin restricciones crearnos los juegos que nos propongamos.
El mono es tremendamente inteligente, observador, profundiza, necesita comenzar a escarbar y ver que es lo que se encuentra detrás de la fachada de las cosas, quiere ver cual es el juego que se esconde detrás del juego.
El recaudo a tener presente es no perderse en el juego, saber que jugamos para no terminar enredados en lo que hemos creado, pensando que eso es lo real, pudiendo entrar y salir del juego o de la situación.
Lo divertido del mono estará al servicio de poder ponerse afuera si lo necesita sin caer en la superficialidad.